Los robots que juegan a ser spammers
Al igual que los motores de búsqueda fichan palabras para crear un índice, los robots de los spammers rastrean la web a la caza de direcciones de correo electrónico. Las direcciones, por toneladas, se venden al mejor postor.
A diferencia de las redes sociales, donde los perfiles spam “engordan” las cuentas y dan apariencia de que tenemos más seguidores (por eso no molestan tanto), en el mundo “tráfico web”, el spam no sirve para nada, de hecho, es perjudicial para ti, ya que, por desgracia, el tráfico spam cuenta como visitas reales en Google Analytics, lo que puede engañarte falsamente haciéndote pensar que tus objetivos de negocio se están cumpliendo, y en realidad, igual te estás dando un tortazo y tú no te estás ni enterando. O, lo que es peor, igual están utilizando tus formularios de contacto para hacer spam de sus cosas a través de tu propio servidor.